Todos tenemos conceptos diferentes de lo que es seducir. Nunca nos cuestionamos verdaderamente qué es, pero es algo que probablemente todos hemos experimentado.
Para aquellos que no tienen claro realmente qué es la seducción, la Real Academia Española lo define como la acción y efecto de seducir. Clarísimo.... ahondando más en la definición de ¨seducir¨, las cosas se vuelven más aparentes, seducir está definido como engaño artístico con fines maliciosos, atracción física en busca de sexo, y finalmente como ¨embargar y cautivar el ánimo¨.
Al final existen tantas definiciones como seres humanos, para La Cereza Prohibida, la seducción se orienta particularmente al juego del gato y el ratón. ¿Cuántas veces nos hemos visto envueltos en el típico juego de miraditas con el objeto de nuestro deseo? O incluso en juegos de palabras y caricias.
Tengamos el concepto que sea de la seducción, no sólo la utilizamos para conseguir sexo, sino más que todo para conseguir atención, salirnos con la nuestra y obtener algo a cambio.
En el caso del periodismo sería enamorar a los lectores con la intención de obtener la preferencia, constancia, etc, de ellos hacia el producto que se ofrece. Indiscutiblemente, es muy poco probable toparse con un articulo que seduzca verdaderamente a su público, que lo haga desear saber más de la noticia y lo más importante que lo haga querer más.
Actualmente los medios parecen ignorar estrategias de venta que tengan que ver con el vínculo emocional que puedan tener sus clientes hacia el producto. El punto de vender es a quién le puede interesar lo que ofrezco, que necesidades satisfago, sin pensar en una de las necesidades que todos tenemos, recibir atención.
Prestar un servicio más personalizado al cliente es indudablemente una estrategia eficaz. ¿A quién no le gustaría recibir una muestra de atención de vez en cuando? Seducir al cliente es esencial para vender un producto, y aparentemente los productos de naturaleza informativa parecen pasarlo por alto.
Establecer un mercado no significa que se le deba dar por sentado, redefinir la línea editorial, cambiar de imágen e inclusive amenizar la experiencia de compra para el cliente lograrían seducir a muchos, que por el momento se limitan a obtener información de websites y blogs que de una u otra forma nos llenan más emocionalmente.
Si los medios del país se preocuparan un poco más por atender a sus clientes, más estaríamos interesados en leerles y seguir siendo fieles a ellos. Si ellos dan, nosotros respondemos.... es cuestión de que nos entreguen la información como realmente la deseamos.
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